La falacia mereológica en Neurociencia es el error de atribuir las propiedades de un sistema complejo a sus componentes individuales. En otras palabras, es el acto de asumir que una parte de un sistema, como una neurona o un grupo de neuronas, tiene las mismas características o capacidades que el sistema en su totalidad (por ejemplo, la mente o el cerebro).

En el campo de la neurociencia, esta falacia es particularmente relevante cuando se habla de cómo se generan características cognitivas o conductuales. Un ejemplo común podría ser asumir que porque una región del cerebro está activa durante una tarea cognitiva específica, esa región es la “responsable” de dicha tarea. Esta simplificación omite el hecho de que funciones cognitivas como el lenguaje, la memoria o el razonamiento son el resultado de patrones de actividad distribuidos y complejas interacciones entre múltiples regiones cerebrales y circuitos neuronales.

Esta falacia puede tener implicaciones negativas para el avance científico. Por ejemplo, puede llevar a interpretaciones erróneas de datos de imágenes cerebrales, o a una sobreestimación del papel de genes individuales o neurotransmisores en comportamientos complejos. Al hacerlo, se pasa por alto la naturaleza emergente y sistémica de las funciones cerebrales, lo cual es crucial para un entendimiento profundo de cómo funciona realmente el cerebro.